"El infierno de los vivos no es algo que será; hay uno, es aquel que existe ya aquí, el infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptar el infierno y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige atención y aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio". Así termina un libro maravilloso de Ítalo Calvino llamado Las ciudades invisibles. De esto se trata, precisamente, pensar históricamente: de aprender a reconocer.

miércoles, 5 de octubre de 2011

ESCLAVITUD EN EL SIGLO XXI

Publicado por el diario Página 12 en su edición del día 5 de octubre de 2011:
"Keu Aleng tiene 18 años y, en un mundo que se complace con los grandes avances tecnológicos, hasta hace poco fue esclavo en Sudán. Fue un prisionero de la guerra civil en su país y mientras su madre era vendida como esclava sexual, Deng debía cuidar cabras y recoger hojas de té para su dueño que, en uno de sus castigos, lo dejó ciego. Fue rescatado por la ONG Christian Solidarity International y ayer dio su testimonio en el Congreso norteamericano".
Según la OIT (Organización Internacional del Trabajo) en algunos lugares de África es posible comprar niños como esclavos por 14 dólares.

2 comentarios:

  1. hola profe, soy marcos fernandez gutnisky de 1 16, no entiendo la pregunta del cuestionario de escalvos que dice ¿como se marcaban las diferencias entre libre y esclavos?. gracias

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  2. Se refiere a qué diferencias "legales" y de "costumbres" aparecen señaladas en el texto.
    Saludos

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